domingo, 5 de mayo de 2013

Te lo debo a ti



Tanto tiempo ha pasado ya desde que sobreviví a una apuñalada en el alma. Tanto tiempo respirando el aroma de la soledad y caminando inseguro, sintiéndome débil ante la realidad; no era posible que exista la posibilidad de volver a confiar. Duras pruebas y sobresaltos que libré por la experiencia adquirida, sin embargo, me aterraba aferrarme a alguien. Nadie pudo darme la seguridad, nadie comprendió lo que pasaba por mi mente, nadie entendía mi vida. Estaba en proceso de cambios, madurando, aprendiendo, intentando hacerme más fuerte, sin lograrlo. Tomé la decisión de emprender mi vida sin una compañía, no era necesario, me iba muy bien solo pero era inevitable ver a personas tan unidas, felices y no poder envidiarlas, siempre todos necesitamos afecto en algún momento, alguien que nos haga sentir lo más importante en su vida y que sólo por ser como uno es, hacerla feliz.

A un paso de la muerte estuve, hoy gracias a Dios, estoy a un paso de la gloria.

Esto no hubiera sido posible sin el amor, la seguridad, la confianza y la madurez que tienes y tienes hacia mi. Te debo esta felicidad y estas ganas de vivir mucho más, te debo cada sonrisa que tiene mucho más valor que cuando estaba solo. Te debo la vida porque cuando yo ya no iba a existir, Dios me dijo que la felicidad iba a llegar, y llegaste.