Cuántas veces más veré tu rostro enfocado en primer plano sin que importe la composición del momento.
Cuántas veces más escucharé de tus labios que me amas sin dudarlo.
Cuántas veces más esperaré del otro lado de la puerta con ansias, con ansias de un beso o un abrazo.
Cuántas veces más podré detenerte en medio de la calle y atraparte entre mis brazos.
Cuántas veces más desgarrarás mi espalda mientras llegamos al clímax.
Cuántas veces más haremos una locura o una "primera vez".
Cuántas veces más será tu rostro el primero que vea al despertar.
Cuántas veces más nos hundiremos en un sillón mientras vemos dibujos o películas.
Cuántas veces más guardaré tu pulgar en mi palma para que te sientas protegida.
Cuántas veces más esperaremos a que sean las 8 en la banca frente a mi casa.
Cuántas veces más te diré "ahí está tu chiste pues".
Cuántas veces más te cantaré "tu eres como el fuero - morodo".
Cuántas veces más encontraré tus cabellos entre mis cosas.
Cuántos saludos quedan antes del último adiós y cuántas posibilidades quedan en este imposible?
Cuando mis labios rosan tus mejillas y reaccionas como dejándote llevar al cerrar tus párpados, puedo sentir la suavidad de tu piel, como si tu cuerpo incitara al mío a desearte. Cuando te tengo tan cerca siento que me arranco la piel, es un grito interno que no puedo delatar cuando arden mis hormonas. Te deseo desde el primer día y desde entonces siempre hay un escalofrío interponiéndose entre las emociones antes de entrar en ti.
Tanto tiempo ha pasado ya desde que sobreviví a una apuñalada en el alma. Tanto tiempo respirando el aroma de la soledad y caminando inseguro, sintiéndome débil ante la realidad; no era posible que exista la posibilidad de volver a confiar. Duras pruebas y sobresaltos que libré por la experiencia adquirida, sin embargo, me aterraba aferrarme a alguien. Nadie pudo darme la seguridad, nadie comprendió lo que pasaba por mi mente, nadie entendía mi vida. Estaba en proceso de cambios, madurando, aprendiendo, intentando hacerme más fuerte, sin lograrlo. Tomé la decisión de emprender mi vida sin una compañía, no era necesario, me iba muy bien solo pero era inevitable ver a personas tan unidas, felices y no poder envidiarlas, siempre todos necesitamos afecto en algún momento, alguien que nos haga sentir lo más importante en su vida y que sólo por ser como uno es, hacerla feliz.
A un paso de la muerte estuve, hoy gracias a Dios, estoy a un paso de la gloria.
Esto no hubiera sido posible sin el amor, la seguridad, la confianza y la madurez que tienes y tienes hacia mi. Te debo esta felicidad y estas ganas de vivir mucho más, te debo cada sonrisa que tiene mucho más valor que cuando estaba solo. Te debo la vida porque cuando yo ya no iba a existir, Dios me dijo que la felicidad iba a llegar, y llegaste.
Que la única distancia sea no sentir tus labios para no torturar mis emociones hambrientas de afecto permanente y que al verte de nuevo pueda abrazarte con todos mis sentidos eternamente.
Quedar pasmado observando tu mirada.
Suspirar con tu aroma.
Aprender el sonido de tu cuerpo.
Probar el dulzor de tu boca.
Y sentirme enamorado con el rose de tu piel.
Quiero perderme en ti y dejar de creer que existe la realidad.
Sentimientos,
Duros, limitados y hasta repulsivos que no dejaron ver más allá de una celda donde estaba sentenciado injustamente.
Complicados, indiferentes e inexplicables me hacían sentir que estaba en mi contra, se libró la batalla más difícil.
Creía creer, confiaba en confiar, juraba ser feliz sin saber que podía serlo aún más.
29.03.13,
Vi a través de una sonrisa, una vida.
Vi a través de una mirada, seguridad y confianza.
Vi a través de un beso que podía ser más feliz
y NUNCA MÁS infeliz.
Es gratificante y reconfortante saber que las emociones también crecen; y es increíble lo mágico que es un momento, sin pensarlo.
Haz visto la gente que camina por tu costado? haz pensado a dónde van o de dónde vienen? te haz puesto a pensar en sus expresiones? es normal ver gente feliz en la calle? son acaso limitaciones?
Era un día especial en el que decidí analizar a estas personas, me detuve veinte segundos en un semáforo de peatones cuando éste me indicaba que podía cruzar al encender ese verde intenso y brillante que se observa a cualquier hora del día, la gente cruzaba ansiosa y apurada, cruzando y mirando el semáforo antes que cambie a otro color que le impida pasar, corrían, paraban los autos con la mano, yo sólo observaba, di media vuelta y regresé por donde vine.
Entonces, a dónde van esas personas? porqué se muestran apuradas? porqué no son felices?
La sociedad, las personas y el entorno son la causa de esto, la acción de limitarnos y la reacción de la vida apresurada.
Un día que sientas que sea especial, mira a tu alrededor y haz lo que no harías normalmente y verás que las personas que te rodean están entre dos puertas, entran y salen, no tienen otro camino.
Desde tiempos inmemorables llevaste contigo un largo registro de cambios en la historia que pasaron ante tus ojos, recuerdos eternos y secretos de acero que irán contigo siempre. Te recuerdo con interferencia en mi niñez, contigo tuve un largo y sólido aprendizaje, me caía pero me levantabas, generaste confianza en mi y por supuesto, en ti.
Fuiste siempre el alma viva en carne que sustituyó una figura paterna de infante, fuiste quien me enseñó a jugar sin tener juguetes, recuerdo como si fuera ayer que me senté en tus piernas y me dijiste "sabes cómo es la mordida de burro?" y antes de responderte la hiciste, un cosquilleo desde mi rodilla que acalambraba mi cuerpo, tiempos en los que me hacías feliz con cualquier historia, siempre contigo la felicidad, siempre contigo el júbilo ameno y amical.
Nunca dejaste de rendirte ni dejar las cosas que más te gustan, muchos más adultos y jóvenes viste fallecer y tu aún en pié con tus chistes, todos y cada uno de ellos arrancaba una vasta sonrisa en más de uno. No sé cómo lo hacías, te admiré siempre y llenaba mis ojos de lágrimas cuando con mi madre repetíamos "ES UN TRONCO DE ACERO INOXIDABLE" parecía que no ibas a partir jamás, eras más fuerte que cualquiera, tu alma era un atlas sosteniendo la vida.
Hoy te dedico estas palabras desde aquí, en la tierra, para que las leamos juntos cuando esté a tu lado, no estás más físicamente pero tus recuerdos aguardarán por siempre en mi mente y lo sentiré en lo profundo de mi corazón; y sentiré que estás sentado aquí conmigo.
Fuerte, feliz y experiencia innumerable, son las palabras que más te caracterizan.
Siendo intangible puedo sentirte abuelo, te quiero.
